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LA GESTIÓN DEL IMPACTO DE LA VIOLENCIA EN QUIENES TRABAJAN A DIARIO CON ELLA: UN ENFOQUE ESPECIALIZADO

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LA GESTIÓN DEL IMPACTO DE LA VIOLENCIA EN QUIENES TRABAJAN A DIARIO CON ELLA: UN ENFOQUE ESPECIALIZADO

La presencia de la violencia en nuestra sociedad plantea desafíos significativos, y no sólo estamos expuestos a ella en nuestra vida diaria personal. Son muchas las personas que en su desempeño profesional se enfrentan directa o indirectamente a esta problemática, haciendo de la violencia un fenómeno presente de forma continuada en sus entornos laborales. En este post, nos centraremos en explorar en profundidad el impacto de la violencia en colectivos especializados que, de manera reconocida y visible, gestionan situaciones violentas. ¿Cómo afrontan estos profesionales los desafíos únicos que implica su trabajo?
Los colectivos especializados en la atención de la violencia.
En primer lugar, es fundamental conocer qué se entiende por colectivos especializados., y nos referimos a profesiones como policías, profesionales de prisiones o aquellos que brindan asistencia a víctimas de violencia. Estos profesionales se enfrentan a diario a situaciones de violencia entre terceros o hacia ellos mismos, que suponen todo un desafío y que requieren habilidades específicas y un nivel excepcional de resiliencia. Se trata de grupos que han sido históricamente asociados con la gestión de situaciones violentas o sus consecuencias. Son profesiones reconocidas socialmente y que desempeñan roles cruciales en la sociedad.
En su día a día laboral, suelen estar expuestos a situaciones impredecibles que requieren en muchas ocasiones tomar decisiones de forma rápida. Para ello, no sólo requieren habilidades técnicas propias de su trabajo, sino también emocionales y psicológicas para enfrentar la complejidad de su labor. Sus funciones suelen estar relacionadas con la seguridad o la gestión de situaciones de crisis. A pesar de la diversidad de las situaciones a las que se enfrentan estos colectivos, todos ellos comparten la carga común de gestionar el impacto emocional y psicológico derivado de la violencia, así como el suyo propio derivado de su exposición constante a ella.
Desafíos profesionales de estos colectivos.
En el ejercicio de sus funciones, los colectivos especializados en la gestión de situaciones de violencia se enfrentan a desafíos profesionales únicos y, a menudo, la percepción social no refleja completamente la complejidad de estos desafíos.
El constante enfrentamiento con la violencia tiene un impacto significativo en estos profesionales. La carga emocional derivada de la exposición repetida a situaciones violentas puede generar fatiga, estrés y agotamiento emocional. La gestión de estas situaciones conlleva un desgaste profesional considerable. La necesidad de tomar decisiones rápidas bajo presión extrema, la exposición a la violencia explícita y la constante amenaza a la seguridad personal contribuyen a altos niveles de estrés. Este estrés puede tener efectos duraderos en la salud mental y emocional de los profesionales, afectando su capacidad para realizar eficazmente sus tareas y a su vida personal.
Además, la falta de reconocimiento social y la escasez de recursos adecuados pueden convertirse en desafíos adicionales. La sociedad a menudo no aprecia completamente la complejidad de las situaciones a las que estos profesionales se enfrentan. Y la falta de recursos, tanto en términos de apoyo emocional como de herramientas prácticas, puede limitar la capacidad de los profesionales para lidiar con el impacto de la violencia de manera efectiva.
Mecanismos para la gestión de la violencia y su impacto posterior.
Debido a las funciones de estos colectivos, los profesionales que forman parte de ellos reciben formación especializada para poder desempeñar su tarea de forma eficaz. El objetivo de esta formación suele ser la capacitación para poder atender de forma eficaz las situaciones de especial complejidad que aparecerán en su día a día laboral. Probablemente tengan formación en defensa personal, gestión de las emociones, habilidades comunicativas, resolución de conflictos… Pero, ¿qué ocurre con la gestión para el impacto posterior que genera ese trabajo en estos colectivos? ¿Tienen formación y mecanismos para ello?
Es muy probable que, si perteneces a uno de estos colectivos, te vengan a la mente estrategias propias que aplicas para este fin como es la socialización de las dificultades con tus compañeros de trabajo, traducido en “una cervecita o un café después de trabajar”. Quizás también alguna lectura por tu cuenta para mejorar tus estrategias de gestión personal o las sesiones semanales con una psicoterapeuta que te ayuda con todo esto. La gestión posterior de la violencia requiere un enfoque integral que abarque desde estrategias individuales hasta un sólido apoyo institucional. La implementación de mecanismos efectivos no solo preserva la salud mental y emocional de los profesionales, sino que también asegura que puedan continuar desempeñando sus roles de manera eficaz y sostenible a lo largo del tiempo.
Algunos de estos mecanismos pueden ser:
  • La implementación de estrategias de afrontamiento para el manejo personal del impacto emocional como el fomento del apoyo social, o la promoción de espacios de apoyo profesional psicológico o de actividades de bienestar físico o emocional.
  • La incorporación de un seguimiento a largo plazo sobre la salud mental de los profesionales. Este seguimiento permite identificar la aparición de sintomatología, así como la oportunidad de una atención temprana.
  • El desarrollo de programas de bienestar y la promoción de una cultura organizacional que valore la salud mental de sus trabajadores.
  • La creación de comunidades de apoyo y redes de profesionales donde compartir e intercambiar experiencias entre personas que enfrentan situaciones similares. Estos espacios son considerados entornos seguros para la expresión de las emociones y la comprensión y consejos prácticos.
  • La promoción del cuidado personal con el objetivo de conseguir mantener un equilibrio saludable entre las demandas laborales y la preservación del bienestar personal de los profesionales
El compromiso continuo con el cuidado personal y el apoyo colectivo es esencial para construir entornos laborales que reconozcan y aborden los desafíos únicos de estos colectivos especializados. En cualquier contexto laboral de estos colectivos especializados en la gestión de situaciones de violencia, se deben desarrollar estrategias estructurales y una cultura institucional o de empresa para el cuidado de estos trabajadores, incluyendo tanto aspectos de identificación, como de afrontamiento, protección y prevención.
  • En conclusión, la gestión del impacto de la violencia en el ámbito laboral es un aspecto crítico que afecta a diversos colectivos especializados. Reconocer la importancia de proporcionar recursos y apoyo continuo a estos profesionales es fundamental para preservar su bienestar y capacidad para desempeñar sus funciones de manera efectiva. Al entender las complejidades de estas profesiones, podemos trabajar hacia entornos laborales más comprensivos y cuidadosos.
    En Reversa partimos de nuestra experiencia trabajando dentro de estos colectivos especializados para generar estrategias a medida que afronten la gestión del impacto con la sensibilidad y rigurosidad que merece.
    Contáctanos para conocer más sobre cómo podemos personalizar nuestros servicios según las necesidades específicas de tu empresa y juntos construiremos un entorno laboral más seguro y saludable.
A PROPÓSITO DE MACAULAY CULKIN
CONSTRUYENDO LA CAJA DE ARENA, una conversación con sus guionistas
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